Mi roto corazón.

  Dicen que lo que se rompió roto está y que no se vuelve a recomponer aunque se luche mucho o por mucho tiempo. 

Mi corazón fue destruido hace años, pero con ello fue dañada la fe, la esperanza, la confianza y la capacidad de volver a sentir amor cómo se hizo una vez. 

Mi alma junto al corazón fue deteriorada y convulsionada al punto que no siente empatía por algo o alguien que me exprese su ruptura y lo peor es que no me duele. 

Es malo pues mi empatía y capacidad de sentir ese dolor del otro ha muerto y con ello la probabilidad de ser una nueva mujer, ya no es posible sentir amor así, sería en todo caso distinto y pasajero porque el temor a ser de nuevo derrumbada por estas causas está vivo y no morirá jamás. 

No culpo a nadie ni a mí misma porque fui solo un paso en la vida de este ser y él no tiene ninguna capacidad de ver qué hizo o qué causó porque es frío y ruin, no tiene más sentimientos que por él mismo y solo sabe meterse en su propio ego que por cierto es más grande que el mismo planeta. 

No me duele lo que sufra, no lo que le pase y jamás si un día está bajo el manto de una persona como él porque sé que por ley de vida un día se verá de frente a una igual o peor de fría que este ser. 

Sí mi dolor no me deja sentir la misma capacidad de sentir el dolor los demás es más un producto de lo que soy y no es mi prioridad pensarlo. Este mundo se va a la porquería de peor forma cada día y es cruel aceptarlo, pero no hay más que dejar que pase lo que deba ser porque ya como género humano no podemos hacer más nada que ver cómo caen a lado y lado gente amada por otros y no pasa nada. 

La peor pandemia es el miedo que nos deja así y con ella el amor desmesurado por el dinero y el poder, mientras tanto los del pueblo, los de abajo nos vamos volviendo insensibles a todo lo que este mundo cruel produce. 

Por mi Madre. 

Anna. 

Enero 25. 2022.

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