Tú.

 ¿Cómo decirlo? ¿Por dónde debo comenzar?

Anda dímelo, aquí me tienes absorto ante ti

¿No me reprochabas que nunca te puse atención? Aquí estoy esperando que abras la boca una vez más 

a que lances como juicios esta última lección, no te reproches, 

no es tu culpa.


A todos nos pasa, también a vos, también a vos olvidaron enseñarte esto que te reclamo.

No puedes dar lo que no tienes,

hace mucho olvidaron enseñarte cómo soltar ese cometa al que llamas vida y al cuál te aferras insomne, me mantienes insomne,

dime, al menos inventa para mí una triste historia y su moraleja será cómo desprendernos los unos de los otros...


Háblame, no te quedes en silencio,

no esta noche, dame un poco de tiempo para hacerme a la idea de que no has soltado tu cometa, 

estás elevándote tú con él...


No cierres los ojos, la habitación queda demasiado oscura sin tu brillo, imagina mi mundo si tú desapareces...


No te quedes en silencio, sé que no debí reprocharte tantas cosas pero ahora lo entiendo, al menos esta noche manténme insomne, háblame, susurrame al oído todas tus historias, gritame de ser necesario, pero si en cambio estás muy cansada ya y el cometa al cuál te aferras se ha elevado demasiado entonces al menos dime, dime cómo te digo adiós...




Autor: 

Nicolás Quilpidor.

Enero 3. 2022.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Eutanasia.

Brecha.

Hendiduras. 💜