Rota.
Estoy más que enseñada a estar rota, fracturada y vuelta pedazos porque siempre me ha faltado algo, alguien o todo para ser feliz, meta que nunca me impuse porque es desconocida para mi y además sería una ilusa en creer en utopías que otros viven pero de las que no he sido participe.
Los que estamos rotos nos enseñamos a ese dolor de las heridas porque son con los años nuestros recuerdos y lo que nos tiene aún apegados a ciertos momentos.
Los fracturados no nos sanamos nunca porque no hay sentimiento que cure el dolor de la ausencia, del adiós y del duelo que se dio o no se quiso dar pero que es la realidad.
Estoy rota, fracturada y vacía pero no es lo que más me duele es que ya aprendí a vivir así y no quiero salir de ella a vivir una irrealidad llamada felicidad.
Anna.
Enero 4. 2022.
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