Hoy no.

 Esos girasoles muertos luchan ante la adversidad y sufren el dolor del frío.


Es un frío de ausencia que se lleva clavada en el alma, que congela los sentidos, seduce la mente y me llevan al rincón más triste de la melancolía, como cuando pienso en ti y los recuerdos fluyen en mí como una cascada que emana libre de una montaña, pero el frío... congela la corriente que fluía y me quedo como la mujer de Lot ahí en esa espera que no sé ...


Y en mis sueños, como en un pasaje de un libro antiguo, llegas como de la nada a causar un torrente de energía que no me deja en paz, pienso en todo y en nada, pero esos girasoles que habías sembrado en mí están en un momento tan duro de pasar por mi letargo triste de tanto dolor que si estuvieras tú sería menor, pero no sé a dónde voy a llegar así sola y sin poder respirar este sentimiento que existe aún, que se niega a morir y que aún es un bello sueño por cumplir.


Mis tristes girasoles están siendo removidos en sus cimientos por el frio afuera y esperan no quedar petrificados como Rut en ese lugar, sino que un día no muy lejano ellos vuelvan a dar color. 


Como extrañan ese ayer ...


Anna. 

Mayo 16. 2022.

🌻

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