Luna roja.

Ella fue mi compañera. 

Como en esas largas noches de insomnio, desde antes cuando estaba a mi lado, ella fue mi amiga y mi oidóra. 

Fue quien escuchó mi llanto toda la larga noche, quién limpió mi cara de tanta melancolía, quién se asomó a mi mirada triste y me dio un poco de alegría. 

Fue ella quién me dio todo su ser para que no sintiera frío y me arrulló cuando iba a dormir. 

Fue ella con su suave voz quién me animó a que siguiera adelante aunque estuviera tan sola, ella quien me dio esa fortaleza para que siguiera andando a pesar de tanta tristeza. 

Fue ella mi testigo mudo de tanta pena y abandono que carga esta alma compungida sin ella, pero que me abraza todas las noches, sobre todo la de ayer porque estaba sola en mi nido. 

Fue ella y únicamente ella quien se condolió de mi dolor y mi lágrima, quién se apoderó del dolor y la soledad que dejó cuando se fue. 

Y tuvo que partir, eso lo sé, sé bien que no volverá, pero también sé que este vacío no lo llena nadie y aun así esa luna roja de ayer me dijo que ella estaría siempre y que no llorara más su ida. 

Esa luna ... Luna fría y compañera fuiste una conmigo y sobre todo me la trajiste a ella. 

Anna. 

Mayo 16. 2022.

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