Ayer.

Hubo un tiempo en que sentí amar muchas cosas, personas, hasta objetos y con el tiempo siento que esto se ha ido poco a poco.

Me siento como si hubiera crecido en una niña inocente y tonta, una nueva mujer, aunque no siempre es una mejor persona, es simplemente una nueva forma de pensar, de ver la vida, de actuar, de ser ante el mundo que me rodea afuera. 

Y no me arrepiento de nada, hubo amores que pasaron de largo sin dejar nada, hubo uno que otro que dejó unos pocos buenos recuerdos, pero unos que sí pienso merecen ser dejados en el olvido más lejano posible.

Se vive día a día, se despierta cada mañana a seguir adelante, atrás no miro ya, lo único que tenía en mi vida que para mi valía todo era mi Madre, pero ella ya no está, aunque aún la amo con toda mi vida, debo salir adelante con todo lo que me enseñó y me inculcó como excelente mujer que fue. 

No lloro por nadie que haya sido algo en mi vida, no lo extraño porque asimilo la vida como viene, día a día y no hay tiempo de estar lamentando cosas idas, las personas cambiamos mucho con los años y los mismos daños, las malas experiencias nos enseñan a ser distintos mejores si se puede, peores para muchos por no ser ya un amigo cómo se fue ayer, aun eso no es lo que más me importa hoy en la vida. 

Sin ella debo cuidarme más, debo ser más atenta a mis deseos y mis anhelos, sin poner tanto empeño en sí, le gusta o no a alguien... cualquier persona que sea, pues nadie vive lo de nadie y yo vivo mi realidad sola y sin más que mi soledad. 

Me gusta esta forma de vivir solitaria, la elegí hace años, aunque sin ella es más profunda y más extensa, así mismo la vivo a diario y la gente viene y va por ella, hay amigos, unos más cercanos que otros y sí loas que ya no estarán más porque en esta vida todos crecemos y cambiamos con el tiempo y las formas de pensar.

Por mi parte miro hacia adelante con la única intención de salir de este encierro en que la salud me tiene hace tantos años y de mi mano los amigos de siempre, los del diario vivir y que se han vuelto mi familia. 

Lo demás lo dejo atrás y que sea lo que deba ser para todos y cada uno de ellos, no los lloraré nunca porque cada quien vive lo propio y yo también haré lo mío. 

Pasamos por la vida de las personas... pasamos y lo mejor es que los otros también pasan y llegan más personas, ruta humana, creo yo, aunque suene mal y así es, cada uno con sus realidades, sus amores, sus entregas, obligaciones y etc.

Le doy gracias a Dios por mi madre en todo el sentido de la palabra MADRE, porque me hizo tan fuerte y capaz de mirar adelante con fe y esperanza en mí misma, a los mejores amigos que siguen a lado a pesar de todo lo que vivimos a diario, y a mis escuderos, guías y en una palabra rara, pero real y sincera" alentadores" para que andemos hacia la consecución del sueño en común que tenemos. 

Abrazos. 

Anna. 

Agosto 16. 2022. 

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