Fue mi amado poeta.

 No amé a un hombre por bueno, no porque se estuviera corrigiendo o qué sé...

Solo amé a un hombre que fue amable, bello, sensible, sencillo, sincero y educado hasta dejarme profundamente ida mentalmente por su conocimiento y su voz, sus bellos ojos, su boca ...en general era un hombre.

Pero con los días se desdibujó al punto que no lo reconocía, ese ser que amaba lo veía como otra persona pero lo seguía amando aún hasta que un día de él salió algo que no reconocí.

Ese ser que ese día vi, escuché y sentí en mi alma tan sensible a su tacto y su trato amoroso a un monstruo que no pude seguir viendo o teniendo a mi lado. 

Desde ese día el hombre -poeta que amé murió y solo quedó un ente que no soporté más con su rabia y odio que emanó de la nada y que destruyó además del amor el respeto que un día le tuve, ese mismo día murió para mí no solo la palabra amor sino lo que significa para mí ese sentimiento.

Y hoy solo soy una mujer que espera una fecha para poder ir a descansar ya que no le queda nada de fe y de esperanza en el ser humano, mucho menos en ese sentimiento que un día me embargó, hoy solo es un polvo similar al de las cenizas de un cadáver cremado y que no me importa en donde ubicar, hoy está muerta esta poeta y ya no amará más por temor a ser tratada de nuevo como una asqueroso basura como no solo la trató su ex amor eterno sino los demás seres malditos que dijeron ser sus amigos y que siempre dudaron de ella. 

Hoy es solo un pedazo de mujer tirado en una cama, llena de dolor todo el tiempo que los analgésicos no ayudan, antibiótico hasta el alma y un desamor que la mata porque la única persona que la amó está muerta y ella se fue con su amor. 

Hoy no queda nada más que esperar ese día de paz en que pueda dormir en paz y pueda dejar de estorbar. 

Un mundo sin amor es este de hoy, sin esperanza y sin fe. 

Ya no hay nada! 

Anna. 

Agosto 17. 22. 

Fin.